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lunes, 26 de mayo de 2014

JOSE VICENTE BARRACHINA SANCHIS: El encuentro



JOSE VICENTE BARRACHINA SANCHIS


EL ENCUENTRO


Paseo mi mirada ávida de encuentros con tu luz y nunca me decepcionas.

Unas veces, los rayos luminosos inciden tímidamente entre los cañaverales y me detengo plácidamente intentando acariciar con  mi retina, cada segundo del avance temporal en que se convierte el evento.

Otras, una leve brisa avanza desde levante rio arriba y mi piel, adquiere ese despliegue arbolado en que se convierte mi cuerpo cuando, inesperadamente, recibe una caricia y deseo que permanezca eternamente pegada a mí.

Hoy no tengo prisa, nunca tengo prisa cuando me paseo por tus estancias a la espera de que tu luz, una vez más, desvele ante mis ojos un ápice de tu grandeza.

Súbitamente, me siento incapaz de describir con palabras aquello que me ofreces: sentado entre los pliegues de tu piel, dibujo con mis manos sobre el viento  la imagen perecedera que mis ojos desvelan y deseo inmortalizarla.

Calmadamente, me arrullo entre tus brazos; cierro los ojos y mi espíritu se eleva en el firmamento porque deseo encontrar el calor de tu aliento instalado en mis entrañas.

Así, un remanso de paz invade mi cuerpo  y mi mente se inunda de color con el febril deseo de hacerte mía por siempre.





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jueves, 22 de mayo de 2014

MANUEL BUENDIA: Barcelona, gótica y modernista



MANUEL BUENDIA


BARCELONA, GÓTICA Y MODERNISTA



Barcelona es gótica y modernista, no como mi sobrina que es gótica y moderna. Barcelona fue el primer gran burgo del reino de Aragón y como tal podríamos decir que es una de las ciudades más antiguas de la península. Es una ciudad abierta y que mantiene el mismo carácter con el que fue creada. Desde aquí partieron las naves que en la edad media crearían colonias por todo el Mediterráneo, con más intención de comerciar que de conquistar.

Aproveché la inauguración de mi exposición para venirme unos días aquí y hacer turismo. En la agencia de viajes, donde reservé el hotel y el avión, no encontré demasiadas guías sobre Barcelona, ya que éstas suelen dedicar la información al turismo playero más típico, por lo que me aventuré a conocer y a vivir la ciudad desde dentro, como un barcelonés más, a ello contribuyó la valiosa información de mi galerista y anfitriona: Marcela.



Los distintos gremios que financiaron y construyeron uno de los templos más hermosos del gótico Mediterráneo, Santa María del Mar, son los que marcaron el carácter de esta ciudad. Toda la ciudad medieval: el Barrio Gótico, el Raval y el Born siguen manteniendo el mismo espíritu de aquella ciudad de artesanos y comerciantes. Es lógico pensar que por aquí pasearían aquellos arquitectos que a finales del siglo XIX y principios del XX crearon ese maravilloso estilo llamado Modernismo.

Mantengo pues, que los arquitectos modernistas catalanes pasearon por estas calles y admiraron estos monumentos del gótico espiritual y del gótico civil. Fue el renacer cultural de esa otra Barcelona burguesa de principios de siglo, la continuación y culminación estética de una ciudad cerrada en sí misma y abierta al mundo a la vez.

Esta nueva Barcelona, y aquella  Barcelona medieval me han abierto sus puertas, se ha entregado a mí como una mujer enamorada, y yo me he enamorado  y me entregado también. He paseado por el Raval, el Barrio Gótico, las Ramblas y la Barceloneta. He comprado en el mercado de la Boquería y he tenido una experiencia mística dentro de Santa María del Mar, el templo gótico más bonito del mundo.

Barcelona, te quiero!.




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martes, 6 de mayo de 2014

ROBERTO BAÑOS VILLABA: El político





EL POLÍTICO


Por Roberto Baños Villalba


Acababa de firmar los últimos decretos.

Se sentía satisfecho. Eran ya dos años los que llevaba en el cargo. Trabajo, lo que se dice trabajo, no tenía. Para eso ya estaban los viceministros, subsecretarios, secretarios, y todo el Gabinete -bien pagado por cierto- de asesores.

Tan sólo estar al tanto de cifras, porcentajes y parámetros de los que era puntualmente informado antes de cada inauguración, comparecencia o asistencia a actos de antemano programados, y que sabía manejar con su fácil verborrea; sus horas ante el espejo, mejorando su dicción y estudiando poses y gestos, estaban dando su fruto.

Ya era veterano en el cargo, pues antes lo fue de otros Ministerios, tan dispares y desconocidos para él como éste que ahora ostentaba, y de todos ellos salió airoso. No en vano su partido político en el Gobierno confiaba en él, tanto como para encomendarle cualquier misión, cosa que solía asumir plenamente.

Con respecto a su patrimonio, la cosa no iba mal del todo. Sus últimas operaciones le habían reportado pingües beneficios. El tráfico de influencias del que gozaba, le enriquecía de día en día.

Concretamente hoy, le habían soplado ciertas alzas bursátiles para las próximas fechas que tenía que aprovechar. Al mismo tiempo estaba creando una serie de empresas paralelas, que serían las encargadas de realizar varios importantes proyectos que él tenía que adjudicar.

Por otro lado, aquellos “fondos reservados” de que disponía anualmente, eran por sí solos, suficientes para asegurarle el futuro. Si a esto añadimos la pensión vitalicia, desgravaciones fiscales, viajes de vacaciones familiares, escoltas, etc., era para no sentir ninguna preocupación.

Otra cosa eran los edictos, órdenes ministeriales, y demás zarandajas que no había más remedio que hacer, por aquello de que a fin de año había que presentar la memoria de realizaciones. Que estuviesen mal o bien, eso no importaba demasiado.