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lunes, 5 de octubre de 2015

ALEX GUELL: El gato en la noche


EL GATO EN LA NOCHE

Salgo despacio, con la prudencia que merece el silencio, con el recato que le debo a mi alma, ese alma triste y velada, agotada de dar tanto amor, la noche es clara, fría y muy bella, luceros y estrellas alumbran mis pasos, la respiración contenida, mi corazón late muy fuerte, el silencio es sobrecogedor, tengo frío y tengo miedo, mis labios están muy fríos, mis manos están también muy frías, voy a cumplir con mi destino, sombras y claros a mi paso, todo me asusta y sin embargo sigo caminando, caminando despacio como en sueños, hacia mis sueños, veo una lejana luz, la cabeza comienza a darme vueltas, no sé quien soy ni donde estoy, ya falta poco, la luz se acerca…y entonces estaré a salvo, ya llega, ya estoy a salvo, cierro los ojos, un calor maravilloso invade mi cuerpo, unas manos cálidas toman las mías, unos brazos me abrazan, unos labios ardientes me devuelven la vida, ya no tengo miedo, pero apenas puedo hacer pie…estoy flotando en ese cielo estrellado, abro los ojos… y estoy sola, sola en la fría noche, todo ha pasado ya, debo regresar, regreso sobre mis pasos, el cielo ahora es negro y profundo, todo es obscuro, no encuentro mis luceros, de nuevo siento miedo…pero debo volver… un ruido me sobresalta, veo una sombra…un gato en la noche, me encojo y tiemblo…




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lunes, 27 de abril de 2015

FRANCISCO PELUFO MARTINEZ: Soy ausencia




SOY AUSENCIA

Hoy sin ti, tan sólo soy ausencia,
carece todo, de interés en mi vida,
no soy capaz, con esta cruel agonía,
cual huracán, arrasó toda mi alegría.

Razón de más, para temer por mi vida,
ya que hoy, no soporto tal sufrimiento,
cruel destino, que me asignó la vida,
sin cometer maldad, recibir el castigo.

Hoy no sé, si es que querer no supe,
menos aún, si de verdad yo fui querido,
en mi mente, sólo un deseo, la muerte,
si con certeza sé, que ya te he perdido.

Mucho he padecido, en mi maldita vida,
desmesurada y cruel, lo fue esta conmigo,
puede ahí radique, el castigo que merecía,
por no saber amar, o no dejar el ser querido.

Una lágrima de sangre, cae a cada letra,
no es llanto de cobarde, es el vivir afligido,
hasta que seque mis venas, durará mi rima,
esta va dedicada, a quien más he querido.

Ya sé que hoy, a nadie esto le inquieta,
me incomoda a mí más, todo lo acaecido,
tan sólo hace dos días, sé que a ti te tenía,
también hoy sé, que habito en el desvarío.

Confundido en un mundo, al que no anhelo,
donde nadie se comporta, como es debido,
hoy no tiene significado, proseguir viviendo,
percibiendo que tú, no te hallarás conmigo.

Cuantas paradojas, nos presenta la vida,
contradicciones, que las pone el destino,
el considerar, que pasas por una puerta,
sabiendo que dentro, te hacen el vacío.

Erré en la primera, ya una vez sucedido,
la segunda me llega, el tropiezo lo repito,
tal un humano, sé que me he equivocado,
por eso sin demora, este castigo yo recibo.

Una vez más, el destino en mí se ceba,
me hace la entrega, de toda su condena,
yo, un perverso ruin, debo ser en la vida,
perder las dos ocasiones, penosa tarea.

Tantas cosas hoy, decir yo quisiera,
que lo mejor es, el decir que te quiero,
quien en la vida, dos ocasiones tropieza,
al tratarse del amor, no puede ser listo.

Podría ser, que no se trate de listeza,
tal vez trate, de honestidad o justicia,
ya que en la vida, quien sucio juega,
la constante es, que siempre triunfa.

Prosigo con mi llanto, hasta la última gota,
se terminó mi rima, la muerte ya se acerca,
en este mundo, un muerto más no importa,
un muerto que aún vivo, admitió su derrota.



© Kokoro

Invito a que se suscriban en mi Canal Francisco Pelufo Martínez.
https://www.youtube.com/user/Kokoro2658Esveritate


El contenido literario y audio-visual es propiedad de
su autor Francisco Pelufo Martínez – Kokoro, está
protegido por © Copyright. Inscrito en R. G. P. I. Valencia.
Solo se puede compartir el enlace citando la fuente.
No se permite copiar y compartir los textos.







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lunes, 23 de febrero de 2015

FRANCISCO PELUFO MARTÍNEZ: Ojos verdes

FRANCISCO PELUFO MARTINEZ

OJOS VERDES

Si reseñar tu imagen, hoy yo debiera,
una radiante canción, te compondría,
con mis letras, escribir tu semblanza,
y a la música, notas de grata melodía.

Bonitos versos, a tu cara la describa,
de mi cariño, una oda al amor saldría,
 y un personal texto, de su uso gozaría,
ser justo contigo, sí creo, esto versaría.

Guapa mujer, de cabello dorado,
todo su rostro, con este lo acicala,
como aureolas, montadas con oro,
se desliza y logra, arrullar su cara.

Verdes ojos, que su rostro nos muestra,
más, certero cetrino, lograr no se pueda,
para así, toda su cara, cuantioso reluzca,
si un mechón de oro, su mirada la cruza.

Dulces labios, que atrapan mi boca,
por húmedo néctar, al rozar la lengua,
repite con frenesí, al ritmo que suena,
su alocada pasión, unidos nos eterniza.

Notas alegres, envolverán a su aura,
como toda canción, repite su estrofa,
diciendo un te quiero, ese texto diría,
el resto de notas, un canto a su figura.

Las notas altas, en este pentagrama,
para un buen tenor, yo compusiera,
una imagen, tal es la tuya, las precisa,
así obtendría, dar la talla de tu figura.

Cuantiosas notas bajas, yo le pondría,
un buen coro, al tenor le acompañara,
con voces de ángel, ensalzar tu figura,
es ardua tarea, ésta, por sí ya destaca.

Un estribillo, que muchas veces lo repita,
sabes lo cuantioso, que yo te quiero, nena,
le haces a mi corazón, en todo su entrega,
formas el cielo en mi ser, vives en mi vida.

Crear una canción de amor, con melodía,
y todo tu cuerpo, cantando le ensalzaría,
entonar un estribillo, en su fin esto repita,
formas el cielo en mi ser, vives en mi vida.

Sé a conciencia, cuantioso tú me quieres,
la letra en mi canción, todo esto versaría,
con signos, del amor, en la suave melodía,
y el coro, una vez más, el estribillo cantaría.

♫♪♫...sabes lo cuantioso, que yo te quiero, nena,
...a mi corazón le haces, de todo su entrega,
formas el cielo en mi ser, vives en mi vida...♫♪♫

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domingo, 8 de febrero de 2015

ROBERTO BAÑOS VILLALBA: Best Seller






BEST SELLER

Leyó una vez más todo el texto.

Verdaderamente, pensó, será el libro que una vez más me permita acceder a uno de los más importantes premios instituidos de la Nación.

Para un escritor, no hay nada más importante que ganar premios. De esa forma, las editoriales cuentan con uno. Se gana dinero -no digamos nada si luego se lleva al cine-. Y la fama que se adquiere entre los lectores hace que cada vez que se edita algo nuevo, se lancen a su compra e incluso lo comenten boca a oído, aún cuando en realidad no pase de ser un mediocre libro, novela, ensayo, etc.

Estaba satisfecho y orgulloso, no en vano ya hacía más de dos años que no acaba nada que mereciese la pena, y ahora, con este motivo, serviría para resurgir con fuerza de entre las cenizas en las que estaba sumergido por culpa de su poca imaginación y por la vaguería a la que había llegado.

Este best seller no podía dejarlo ir, ya que significaría pasar de nuevo por lo menos otros dos años de buena vida, debido a sus beneficios.

Ya se veía en la Gala de Premios, vestido de esmoquin, y sabiéndose finalista.

Si a esto añadimos su amistad con un par de miembros del Jurado que fallaría el premio, y a los que ya había descubierto su seudónimo, estaba seguro de que ganaría.

Es necesario explicar que en esa noche de fallo de un concurso, las sensaciones de los seleccionados son muy distintas.

Así, en el caso de los noveles, sus nervios los delatan, ya que no son capaces de dominarlos. Se juegan mucho, tal vez varios años de vivir casi como bohemios sin recursos, incomprendidos por el resto de las personas, que no son capaces de creer en ellos si no es en base a un premio de rango importante.

Es entonces, sólo entonces, cuando los editores se acuerdan de ellos, de las veces que llamaron a su puerta y no les abrieron.

En el caso de escritores no primerizos, las sensaciones varían.

Sufren por repetir éxitos y no perder su ya lejana popularidad. Significa relanzamiento y credibilidad para, aprovechando ese momento, editar otros libros que han escrito últimamente y que no tienen editor que los patrocine.

Henchido de confianza, y rebosando alegría por los cuatro costados, nuestro escritor se encaminó al salón de su casa.

Su cara se tornó hosca y agria, y poniendo una voz grave, se dirigió a un joven que fumaba nerviosamente sentado en el sillón.

-                     Bueno Peláez, no está del todo mal. Deberé, como puedes suponer, hacer innumerables retoques, amén de cambiar el título. No espero conseguir sino gastar dinero en balde. ¿Cuánto me vas a cobrar esta vez?. Peláez, nervioso, le contestó con voz casi imperceptible:
-             ¿Le parece bien 750€?
-                     Dejémoslo en 500€ -le interrumpió nuestro escritor- me va a llevar mucho tiempo arreglarlo para posiblemente sacar ¡nada!.
-             Bien de acuerdo -dijo Peláez-.

Le pagó y cuando el joven iba hacia la puerta alzó la voz para decirle: ¡Ah Peláez! Si escribes algún otro texto, me lo traes, pero piensa algo más que con éste. ¡A ver si mejoras!.




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sábado, 13 de diciembre de 2014

ASCEN GONZALEZ: Iniciativa solidaria



Soñé que me querías. El erizo y la ardilla


Es un cuento pensado tanto para niños como para adultos. Cada cual sacará distintas conclusiones de la historia y aprenderá distintos valores que van trenzados junto con la trama.

Se trata de un sencillo pero tierno y bonito relato, en el que dos seres, habitantes de dos bosques, con diferentes vidas, se descubren en un especial escenario.

Experimentarán sensaciones y sentimientos que hacía ya mucho tiempo que escondían en sus interiores. Pero los miedos y las circunstancias, de sus pasados y presentes, marcarán el principio y el final de un sueño, de una parte de sus vidas que desde luego permanecerá en ellos para siempre.

La historia va ligada a una serie de ilustraciones interiores, que enriquecen el texto, y facilitan su comprensión para los niños que disfruten de su lectura.

Tanto Pablo Atrio, el escritor, como Ascen González, la ilustradora y diseñadora de la cubierta, han puesto mucho esfuerzo y cariño en este trabajo durante meses, y por fin ve la luz y con un precio muy asequible, tan sólo 6,00€.

Para adquirirlo no dudéis en poneros en contacto a través de sus páginas en Facebook https://www.facebook.com/pages/La-bicicleta-olvidada

martes, 9 de diciembre de 2014

ROBERTO BAÑOS VILLALBA: De cuerpo presente


ROBERTO BAÑOS VILLABA

DE CUERPO PRESENTE


DE CUERPO PRESENTE

El cura encargado de la misa y el responso, apenas había tenido tiempo de anotar el nombre del difunto para repetirlo varias veces durante el oficio.

Llegada la hora del evangelio, se refirió al gran momento que le tocaba vivir al recien fallecido, ya que la muerte era una nueva  vida para él, y sobretodo hizo hincapié en la familia del finado. A ellos, les dirigió gran parte de su discurso, tratando de transmitirles serenidad, confianza, resignación y paz.

Constantemente se oían gimoteos a duras penas reprimidos. Los sollozos producían pena en los asistentes, no en vano  les traía a todos la imagen del finado en sus mejores momentos mundanos. Su  presencia en todo lugar y su ánimo alegre y chistoso , estaba en el ambiente.

Era imposible no dejarse llevar por los pensamientos que nos acercaban a momentos vividos con el desaparecido. Sus frecuentes bromas, dinamismo, incluso sus infinitas ganas de vivir (a menudo declaradas) y el departir con todos sus familiares, amigos y conocidos.

Al cabo de unos instantes, y casi sin darme cuenta, sonaban las palabras del cura como un susurro de fondo, mientras comenzaba a reproducir mi último encuentro con él.

Me llamó a la oficina un día de primavera para decirme que aquel día estaba bajo de moral y que nos fuésemos a comer juntos. Durante la comida hizo un pequeño repaso a su vida y a los muchos años que hacía que nos conocíamos. Me refirió sus últimos problemas de salud y de sus miedos por lo que le pudiera pasar a él y el vacío que sin duda produciría en su familia. Hacía tiempo que tenía la máxima de ser vitalista día a día, y  callar sus temores para no producir inquietud y zozobra en su entorno.

Le calmé lo que pude y reconvinimos que siempre hay que estar preparado para lo peor, hay que hacer lo que hay que hacer sin eludir responsabilidad y vivir día a día, tan intensamente como fuese posible, todos los momentos maravillosos que tiene la vida junto a nuestros seres queridos.

Recordé la comida, pues tras la charla filosófica, dimos paso al recuerdo de años vividos y balances obtenidos. Al despedirnos nos dimos un fuerte abrazo, sellándolo con un beso en la mejilla.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me había fijado en los demás asistentes a la misa.

La mujer y los hijos reflejaban en sus rostros un auténtico infierno interior, las cuencas de los ojos hundidas y ennegrecidas a duras penas podían contener el llanto y dolor, mientras sus manos se entremezclaban continuamente como para darse ánimo y fortaleza.

El resto de la familia permanecía en silencio, secando de vez en cuando con un pañuelo las lágrimas que asomaban a sus ojos, así como alguno de sus amigos más allegados, como era mi caso.

El final se acercaba pues el cura rezó un responso y dijo en voz alta:
“Si alguno de los presentes desea pasar por delante del finado, lo haga ahora, pues se va a cerrar el féretro”.

Instintivamente me moví y salí al centro de la Iglesia, cosa que fue secundada por otras personas detrás de mí, y me encaminé lentamente hacia el ataúd.

Al llegar a la altura de la cabeza miré el interior y noté como un fluido que subía a mi cabeza y me golpeaba las sienes.

¡Allí con cara cetrina y nariz afilada, estaba YO, con mi traje oscuro más querido, las manos cruzadas sobre mi vientre, los ojos cerrados que impedían ver las lágrimas contenidas en su interior y la boca cerrada de donde no podían salir las palabras de cariño y fortaleza que me hubiese gustado decirles a todos, recordándoles  que les esperaba para una infinita inmortalidad.



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martes, 21 de octubre de 2014

LUCIA SUMMER: la chica de los ojos claros



LUCIA SUMMER


LA CHICA DE LOS OJOS CLAROS


Era una noche lluviosa cuando la vi., yo vagaba sin rumbo, paseaba, mataba el tiempo, estaba sólo, en una ciudad desconocida, tampoco tenía demasiadas ganas de conocerla, había acabado mi trabajo, mañana volvería a casa, a lo mío.

Ella estaba parada en mitad de la calle, sin paraguas ni chubasquero, me llamó mucho la atención, en mitad de la calle, una calle principal de una capital de provincias, no importa ahora cuál era….pero ella me llamó la atención…estaba mojada y no parecía importarle…estaba allí en medio, casi me impedía el paso, estuve a punto de esquivarla y seguir mi camino, pero no pude, ahora no recuerdo por qué…pero no pude.

Me paré a su lado, la miré, estaba calada, ella creo que ni me vio, todavía hoy no sé por qué le dije que si le apetecía pasear, absurdo pues llovía, aunque finamente, pero llovía, le ofrecí mi paraguas… Ella aceptó con una sonrisa y anduvimos un rato. No le pregunté su nombre, ni ella preguntó el mío.. sólo éramos unos desconocidos paseando bajo la lluvia