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domingo, 1 de junio de 2014

ROBERTO BAÑOS VILLALBA: La rotativa


ROBERTO BAÑOS VILLALBA


LA ROTATIVA

ROTATIVAS

Tenía ¡por fin! El artículo de su vida. Acababa de obtener una confidencia que ponía en su mano la llave para un artículo de primera página.

Llevaba más de dos años investigando una serie de operaciones a gran escala que uno de los banqueros más importantes del país realizaba desde la sombra. Éste, se alió con personas de alto rango político, cuyo tráfico de influencias era notorio y de auténtico resultado positivo para sus propósitos.

Una serie de compañías ligadas a otras dentro y fuera del país, hacían que a poco de adentrarse en el enmarañado negocio, uno se perdiera entre tanto testaferro y tantas compras y ventas de acciones, no pudiendo saber quién era el propietario y cómo se obtenían las ganancias.

Sabía que era arriesgado lo que hacía y que en un momento dado su vida podría estar en peligro. Gentes del hampa y del narcotráfico se hallaban mezcladas, y era presumible que no perdonarían a un entrometido periodista, sacar una primera página que pudiera dar al traste con sus negocios.

lunes, 26 de mayo de 2014

JOSE VICENTE BARRACHINA SANCHIS: El encuentro



JOSE VICENTE BARRACHINA SANCHIS


EL ENCUENTRO


Paseo mi mirada ávida de encuentros con tu luz y nunca me decepcionas.

Unas veces, los rayos luminosos inciden tímidamente entre los cañaverales y me detengo plácidamente intentando acariciar con  mi retina, cada segundo del avance temporal en que se convierte el evento.

Otras, una leve brisa avanza desde levante rio arriba y mi piel, adquiere ese despliegue arbolado en que se convierte mi cuerpo cuando, inesperadamente, recibe una caricia y deseo que permanezca eternamente pegada a mí.

Hoy no tengo prisa, nunca tengo prisa cuando me paseo por tus estancias a la espera de que tu luz, una vez más, desvele ante mis ojos un ápice de tu grandeza.

Súbitamente, me siento incapaz de describir con palabras aquello que me ofreces: sentado entre los pliegues de tu piel, dibujo con mis manos sobre el viento  la imagen perecedera que mis ojos desvelan y deseo inmortalizarla.

Calmadamente, me arrullo entre tus brazos; cierro los ojos y mi espíritu se eleva en el firmamento porque deseo encontrar el calor de tu aliento instalado en mis entrañas.

Así, un remanso de paz invade mi cuerpo  y mi mente se inunda de color con el febril deseo de hacerte mía por siempre.





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jueves, 22 de mayo de 2014

MANUEL BUENDIA: Barcelona, gótica y modernista



MANUEL BUENDIA


BARCELONA, GÓTICA Y MODERNISTA



Barcelona es gótica y modernista, no como mi sobrina que es gótica y moderna. Barcelona fue el primer gran burgo del reino de Aragón y como tal podríamos decir que es una de las ciudades más antiguas de la península. Es una ciudad abierta y que mantiene el mismo carácter con el que fue creada. Desde aquí partieron las naves que en la edad media crearían colonias por todo el Mediterráneo, con más intención de comerciar que de conquistar.

Aproveché la inauguración de mi exposición para venirme unos días aquí y hacer turismo. En la agencia de viajes, donde reservé el hotel y el avión, no encontré demasiadas guías sobre Barcelona, ya que éstas suelen dedicar la información al turismo playero más típico, por lo que me aventuré a conocer y a vivir la ciudad desde dentro, como un barcelonés más, a ello contribuyó la valiosa información de mi galerista y anfitriona: Marcela.



Los distintos gremios que financiaron y construyeron uno de los templos más hermosos del gótico Mediterráneo, Santa María del Mar, son los que marcaron el carácter de esta ciudad. Toda la ciudad medieval: el Barrio Gótico, el Raval y el Born siguen manteniendo el mismo espíritu de aquella ciudad de artesanos y comerciantes. Es lógico pensar que por aquí pasearían aquellos arquitectos que a finales del siglo XIX y principios del XX crearon ese maravilloso estilo llamado Modernismo.

Mantengo pues, que los arquitectos modernistas catalanes pasearon por estas calles y admiraron estos monumentos del gótico espiritual y del gótico civil. Fue el renacer cultural de esa otra Barcelona burguesa de principios de siglo, la continuación y culminación estética de una ciudad cerrada en sí misma y abierta al mundo a la vez.

Esta nueva Barcelona, y aquella  Barcelona medieval me han abierto sus puertas, se ha entregado a mí como una mujer enamorada, y yo me he enamorado  y me entregado también. He paseado por el Raval, el Barrio Gótico, las Ramblas y la Barceloneta. He comprado en el mercado de la Boquería y he tenido una experiencia mística dentro de Santa María del Mar, el templo gótico más bonito del mundo.

Barcelona, te quiero!.




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martes, 6 de mayo de 2014

ROBERTO BAÑOS VILLABA: El político





EL POLÍTICO


Por Roberto Baños Villalba


Acababa de firmar los últimos decretos.

Se sentía satisfecho. Eran ya dos años los que llevaba en el cargo. Trabajo, lo que se dice trabajo, no tenía. Para eso ya estaban los viceministros, subsecretarios, secretarios, y todo el Gabinete -bien pagado por cierto- de asesores.

Tan sólo estar al tanto de cifras, porcentajes y parámetros de los que era puntualmente informado antes de cada inauguración, comparecencia o asistencia a actos de antemano programados, y que sabía manejar con su fácil verborrea; sus horas ante el espejo, mejorando su dicción y estudiando poses y gestos, estaban dando su fruto.

Ya era veterano en el cargo, pues antes lo fue de otros Ministerios, tan dispares y desconocidos para él como éste que ahora ostentaba, y de todos ellos salió airoso. No en vano su partido político en el Gobierno confiaba en él, tanto como para encomendarle cualquier misión, cosa que solía asumir plenamente.

Con respecto a su patrimonio, la cosa no iba mal del todo. Sus últimas operaciones le habían reportado pingües beneficios. El tráfico de influencias del que gozaba, le enriquecía de día en día.

Concretamente hoy, le habían soplado ciertas alzas bursátiles para las próximas fechas que tenía que aprovechar. Al mismo tiempo estaba creando una serie de empresas paralelas, que serían las encargadas de realizar varios importantes proyectos que él tenía que adjudicar.

Por otro lado, aquellos “fondos reservados” de que disponía anualmente, eran por sí solos, suficientes para asegurarle el futuro. Si a esto añadimos la pensión vitalicia, desgravaciones fiscales, viajes de vacaciones familiares, escoltas, etc., era para no sentir ninguna preocupación.

Otra cosa eran los edictos, órdenes ministeriales, y demás zarandajas que no había más remedio que hacer, por aquello de que a fin de año había que presentar la memoria de realizaciones. Que estuviesen mal o bien, eso no importaba demasiado.

jueves, 3 de abril de 2014

MANUEL BUENDIA: Amor de feria




AMOR DE FERIA



“Me llamo Elena, soy de Barcelona, pero vengo todos los años para la feria a ver a mi prima”- Estaban en la caseta del tiro al pichón – nunca supe por que le llamaban así – su amigo Ramón y él con esas dos bellezas. Ramón estaba coladito por la prima de Elena, Carmen, y fue la ocasión ideal para acercarse a ellas, ya que era la primera noche de fiestas, la que en el pueblo llaman “la noche de la pólvora”.

Era evidente que a las chicas también les gustaban ellos, ya que no tuvieron ningún reparo en subir por parejas a los coches de choque. Después hubo una especie de tour por el tren de la bruja, la noria, el barco pirata y la competición de bombarderos, en las que ganaron dos botellas de sidra que se bebieron con alegría en un banco de la zona más oscura del parque. Al despedirse quedaron para el día siguiente y se besaron en la mejilla rozándose tímidamente los labios.

La noche siguiente fue parecida a la anterior, pero en todas las actividades las parejas estaban ya más perfiladas: Ramón y Carmen se gustaban en secreto desde hacía tiempo, y no ocultaban la atracción que sentían el uno por el otro; a mitad de la noche, y entre dos casetas, se besaron, y de vez en cuando se cogían las manos. Por su parte Antonio y Elena no paraban de reír y de hablar. Elena, acostumbrada al ambiente de una ciudad como Barcelona, jamás habría imaginado que en un pueblo podría encontrar a un chico como Antonio: Divertido, sensible, culto, y además no era feo. Antonio le hablaba de música rock, de literatura y de comix, y ella lo escuchaba y observaba con una mezcla de admiración y perplejidad.

MANUEL BUENDIA: la tragedia de Kalémeras y su incierto final




LA TRAGEDIA DE KALÉMERAS Y SU INCIERTO FINAL


Poco sabemos a ciencia cierta acerca de la mayoría de los personajes históricos de la antigua Grecia, pues incluso las obras de la mayoría de los autores helenos han llegado a nosotros a través de traducciones latinas y posteriores. Además debemos tener en cuenta que las obras literarias clásicas se alimentan de leyendas en las que la ficción ocupa una muy relevante influencia.
La primera referencia acerca de Kalémeras la tenemos en una tragedia de un autor menor de la época helenística: Acceón de Pérgamo y la obra en cuestión es: Pitia. En el segundo acto de la obra, después de la descripción y presentación del Oráculo de Delfos, encontramos el siguiente fragmento:

Kalémeras: Oh  Apolo! Dios de la luz y la verdad. Yo que he recorrido todas las tierras conocidas desde Persia hasta las columnas de Heracles, allá donde se dice que estuvo la Atlántida. Yo que he luchado en cien batallas y recorrido los 7 mares, al igual que antes lo hicieron Odiseo, Jasón y el mismo Heracles.  Heme aquí en tu templo de Delfos para rogarte que me ayudes a acabar con la maldición que tu padre Zeus lanzó sobre mí.
Entra la sacerdotisa Pitia.
Pitia: Bienvenido al templo del Oráculo forastero. Soy Pitia la sacerdotisa intérprete de los Augures.  ¿Has hecho el sacrificio a Apolo?  ¿Vienes limpio en tu cuerpo y en tu alma?
Kalémeras: Si Pitia! Sacrifiqué un ternero y dos cabras, liberé dos esclavos y he hecho mis abluciones en la fuente sagrada.
Pitia: Y dime: ¿quién eres?
K: Soy Kalémeras, el último rey de Creta si tu no lo remedias.
P: Te conozco Kalémeras, tu fama te precede, has tenido más de 100 esposas y concubinas. Tu promiscuidad es conocida en todas las islas del Egeo, en la Magna Grecia, en Tracia, Lidia y el Peloponeso. También sé que Zeus te maldijo porque no pudo yacer con una doncella Lidia de la que se había encaprichado y a la que tú seduciste. Sé que Zeus pidió a Deméter, la diosa de la fertilidad, que esterilizara a todas las mujeres Griegas que yacieran contigo y así privarte de la descendencia a tu trono.  Y dime: ¿qué quieres del Oráculo?

martes, 1 de abril de 2014

ROBERTO BAÑOS VILLALBA: Reproducción




REPRODUCCIÓN

Llevaba un gran rato dentro del coche observando la movida.

Era una calle céntrica y relativamente bien iluminada. Unas mujeres de “vida fácil” atendían solícitamente a los conductores que paraban a su altura. Ellas metían la cabeza hacia el conductor y hablaban con él. En caso de ponerse de acuerdo, entraban acto seguido en el interior del coche y desaparecían de la escena.

Pensaba en la cantidad de hembras guapas y exuberantes que era frecuente ver por estos barrios. Desde luego, nadie diría por su aspecto externo que fueran prostitutas, pero lo cierto es que la invasión de mujeres en el último año era realmente espectacular.

El aspecto que ofrecían era un tanto similar. Morenas de piel, pelo color azabache, ojos oscuros, boca grande, labios carnosos y un cuerpo realmente escultural. Tal vez de otro país. Graciosamente, todas usaban un elemento en común. Llevaban en el tobillo una fina cadenita de oro a guisa de pulsera, que si bien no era cosa peculiar para detectar, no se le había escapado a nuestro observador personaje.